Hay veces que por exceso o defecto del crecimiento de los maxilares (maxilar superior y/o mandíbula), se producen deformidades faciales que afectan a la oclusión.

En la mayoría de los casos son de carácter mixto, es decir, que ambos huesos están afectados.

En estos casos existen alteraciones en la oclusión que no pueden ser corregidas mediante ortodoncia, ya que lo que está alterado es la posición de los huesos en el espacio, siendo la mal posición dentaría un efecto secundario.

Si este tipo de deformidades se intenta corregir con ortodoncia lo que se provoca es una posición forzada de los dientes fuera de su espacio ideal en los huesos maxilares, provocando más tarde o más temprano sobrecarga en la articulación temporomandibular, perdida en el soporte óseo dental, recidivas e incluso pérdidas de piezas dentarías.

En los casos de deformidades dentófaciales, lo que debemos es corregir la posición anómala del hueso, logrando así una oclusión correcta, una mayor estabilidad de la articulación a largo plazo y una mejora muy evidente en la armonía y estética facial.

Si miras con detalle nuestro logo verás un caso de deformidad dentofacial tipo III,  a la izquierda el estado previo y a la derecha el estado postoperatorio…

y lo mejor es que se trata de un caso real ya intervenido!

Te dejamos otro ejemplo de deformidad dentofacial tipo III

Los pacientes que se intervienen de este tipo de cirugía logran una oclusión perfecta y una estética facial armoniosa como nunca antes habían tenido, por este motivo si es tu caso…no dudes en consultarnos!